La decadencia en 8 temporadas (HIMYM)

Para muchas series, especialmente las que parten con un objetivo claro (juntar a los protagonistas, llegar a la Tierra o conocer a la madre), es difícil mantener el tipo cuando llegan a un número X de temporadas. Algunas lo llevan mejor y aunque puedan perder algo de calidad con respecto a las primeras temporadas, se mantienen más o menos frescas y entretenidas; pero hay otras que no sobreviven tan bien al paso del tiempo, y entre ellas tenemos How I met your mother (Cómo conocí a vuestra madre).

Probablemente su problema estuvo en el planteamiento que tuvieron desde el principio, cuando nos hicieron pensar que el argumento central iba a ser el de cómo se conocían Ted y la madre. Marshall y Lily eran la pareja estable, y a Barney nos lo presentaron como un extra cómico, así que la única línea argumental previsible con la que contábamos entonces era el camino de Ted hasta la madre. Desde entonces hemos visto cómo maduraban y cambiaban y pasaban por diferentes etapas de su vida todos los personajes, hemos visto un millón de aventuras y muchas primeras citas; y aunque eso ha sido al final lo que más merecía la pena de la serie y, como decía Josh Radnor, ¿a quién le importa quién es la madre?, pocos fans se han podido quitar de encima la pregunta durante las primeras 4 o 5 temporadas y, con más o menos entusiasmo, todos empezamos esperando que nos presentaran a la mujer de su vida.

Seguramente habría sido distinto si la serie hubiera empezado con un Ted adulto diciéndole a sus hijos que antes de hablarles de su madre quería hacerles entender cómo es esa etapa de la vida en la que has madurado lo suficiente como para empezar a plantearte lo que quieres, y sufres cambios y pasas por un montón de trabajos y conoces a muchas personas antes de llegar a donde te quieres quedar. Habría sido infinitamente mejor si ése hubiese sido el punto inicial y llegada la temporada 5, ponte, lo primero que hubiésemos escuchado fuese a Ted diciendo 'y ahora, chicos, os voy a contar cómo conocí a vuestra madre'. Pero poniendo esa frase en sus labios en el capítulo piloto era inevitable la catástrofe tras tantas temporadas manteniendo a los espectadores en vilo. Aún habrían podido hacer una buena serie así: con una primera fase con las aventuras de Ted de soltero y una segunda cuando conoce a su futura mujer y empiezan a salir y crecer juntos, pero supongo que no lo vieron venir.

El fallo ha recaído también en el personaje de Ted, porque si hubiera sido más interesante seguramente no nos habría aburrido tanto su trama y el hecho de que la madre nunca apareciera habría tenido menos importancia. No sé hasta qué punto querían los creadores hacer a Ted tan infantil, tan mojigato y pesado -porque entiendo que a veces hiciera falta un personaje con sus características- pero lo que habría podido ser un chaval treintañero con ganas de asentarse y la cabeza en su sitio se acabó convirtiendo en...

((SPOILERS HASTA EL 8x24))

un arquitecto que, a pesar de tener éxito en su profesión y con las mujeres, y de tener unos amigos que no le fallan, está desesperado por encontrar a 'esa mujer' sin la que parece que no merece la pena vivir. Sería diferente que un personaje más centrado y feliz (porque, coño, con todo lo que tiene él tienes que ser feliz) tuviera días bajos pero es que el Ted que conocemos parece que vive en una constante depresión porque le falta 'el amor'. Por una parte está eso, y por otra el que 6 años después de dejarlo con Robin siga pensando en ella, porque eso no es ya amor o romanticismo, eso es obsesión, y no es sana (ni mucho menos lo que pretenden hacernos creer: que Robin es el amor de su vida y lo que siente por ella es algo de película... eso sí, hasta que aparezca la madre, cuando se olvidará de ella y como si nada).

Viendo los errores que cometieron en HIMYM (lo que marearon la perdiz con Barney y Robin, y Ted y Robin, la de 'mujeres de su vida' que tuvo Ted -que cada una parecía que lo era más que la anterior-, el mantener tanto el misterio del paraguas amarillo), admiro aún más a esas pocas series que son capaces de mantener buenos argumentos sin destrozar los personajes ni separarlos continuamente (cuando son pareja).

Pero como iba diciendo, en este caso a mí lo que me ha hecho la forma que tuvieron de conducir la serie fue el no tener el más mínimo interés en la madre cuando vimos por última vez su paraguas, y quedarme impasible (y quizás un poco decepcionada) cuando por fin vimos su cara. Se supone que debería de tener ganas de que llegara el otoño para ver cómo se conocen y lo que pasa a partir de aquí, pero no puedo tener menos entusiasmo.

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