domingo, 19 de mayo de 2013

Castle también se despide (a lo grande)



Con el fin de temporada llega también el hasta luego -o until tomorrow :)- para Castle. Ésta ha sido una de las series que más feliz me ha hecho este año, y la única que seguí con pasión de las que siguen en antena. Y ahora ha llegado el momento de comentar el último capítulo de una de las mejores temporadas (si no la mejor) hasta ahora.

Quizás esta finale no sea un gran capítulo desde el punto de vista técnico (puede haber algún detalle que chirríe un poco, y la trama principal nos tiene tan embebidos que a lo mejor las secundarias no están tan bien engarzadas como en otras ocasiones), pero lo que está claro es que nos pone las emociones a ras de piel y nos tira por el precipicio con ese final tras el que nos quedaremos otra vez con ganas de más hasta el otoño.

SPOILERS 5x24 A PARTIR DE AQUÍ

(Obviando los primeros segundos de capítulo, que por alguna razón tenían la necesidad de que fuera la presentación de un caso, igual que siempre, y para mí habrían estado mejor un par de minutos más tarde en el caso de este capítulo en particular.) El principio del capítulo es magnífico: Kate en Washington; con todo lo que eso significa y todo lo que nos hace anticipar.

Me encanta lo guapa que está Stana en este capítulo, lo profesional que se la ve (sí, da la sensación de que más que otras veces, supongo que por lo seria que está pensando en Washington). Y la cara de Ryan cuando le cuenta a Espósito lo del embarazo, Ryan es un personaje que se deja querer con una facilidad... A ver si nos regalan algún otro capítulo centrado en él (como lo fue el grandísimo The wild rover).


Pero lo más importante de este capítulo ha sido la incertidumbre en la que nos tuvieron Kate y Rick hasta el último momento, cuando llegué a pensar que iban a romper.

Durante todo el capítulo vemos cómo Beckett está muy distante, pensativa, seria y hasta triste pensando en lo que puede pasar, en que este puede ser su último caso, la última vez que Castle y ella lleguen a una conclusión a la vez, la última vez que pasee por esos pasillos hasta la mesa de sus compañeros. Pero decide ir a la entrevista sin decírselo a nadie, porque no cree que lo vaya a conseguir y no ve la necesidad de alarmar a nadie antes de saber si va bien.

Cuando Castle se entera por casualidad se enfada, y su reacción inicial me parece bastante egoísta e inmadura. Solo puedo pensar que es porque no está seguro de lo que ella siente por él, que piensa que le va a dejar por algo mejor, pero después del 'me tomas por algo seguro' de capítulos anteriores no parece tener mucho sentido. Castle dice que ella no le deja entrar, cuando es él más que nadie quien no la ha estado dejando entrar del todo, según hemos visto en varios puntos de esta temporada. Hay conflicto, él se va enfadado y ella no le busca porque entiende que necesita su espacio (igual que ella) para pensar.

Y cuando por fin Kate recibe la llamada que le comunica su ascenso... Quedan en los columpios, donde ella se dio cuenta de que quería estar con él. Y cuando parece que llega el momento más difícil del capítulo, cuando ella le tiene que decir que se va...


Richard Castle elige la forma más sencilla y humilde del mundo para declararse. Y lo que podía haber sido una ruptura dolorosa y absurda se convierte en una lágrima de felicidad. Hasta la próxima temporada.

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